A partir de ahí, y sobre la base de un aumento promedio de precios de 7,6% el organismo calculó que en valores corregidos por estacionalidad las ventas se expandieron 16,9%, casi cuatro puntos porcentuales más que un año atrás.
Sin embargo, si se considera que pese a la persistencia de generosas campañas de promociones y descuentos, el promedio de precios de la economía se elevó a poco más de 25% en un año, según el consenso de consultoras privadas que informan a legisladores de la oposición, y el Indec amplió el universo de la encuesta de 1.794 a 1.993 locales, surge una contracción real de la demanda promedio por supermercado de 11,9 por ciento.
Ajustado por precios y establecimiento el mercado bajó 8,2% en nueve meses
Además, el personal ocupado en todas las cadenas relevadas se incrementó nominalmente 1,3%, pero se contrajo de poco menos de 55 a 50 por punto de venta, es decir disminuyó 8,8%. Y no parece consistente semejante destrucción de puestos en un mercado que se dice se expande a tasas de dos dígitos.
Un fenómeno similar se advierte en el caso del resultado de la Encuesta de Centros de Compras (Shopping Centers) a 36 establecimientos: sobre un incremento de 14,3% que midió el Indec, a partir de una variación de los precios al público de 10,4% en un año. Si por el contrario, se deflacta la suba de la facturación del 23% por la señalada inflación Congreso, se llega a una retracción real de la actividad de 1,8 por ciento.
En términos agregados, la facturación de supermercados y shopping sumó en el noveno mes del año $12.672,8 millones, acusó una merma en valores reales de 10,4%, mientras que en el acumulado del año la retracción del consumo en estos canales fue algo menor: 8,2 por ciento.
Fuente: infobae.com
Por: Daniel Sticco [email protected]