El especialista explicó que sigue vigente el acuerdo que prevé que las panaderías deben destinar el 10% de su producción a producir un pan especial, que se vende a $10 el kilo. El entendimiento incluye una rebaja en las bolsas de harina, que en las últimas semanas su precio se estabilizó en $220, luego de rozar los 300 semanas atrás.
Majori explicó que luego de las primeras preocupaciones iniciales –se creía que el stock del pan oficial se iba a agotar a las 10 de la mañana-, los comercios pudieron responder a la demanda y no hay mayores inconvenientes ya que los consumidores prefieren seguir pagando más por miñones y milonguitas, los preferidos del paladar argentino.
“La repercusión mediática que tuvo todo esto no le sirvió a nadie. Nos hicieron enfrentar con nuestros consumidores y todo se está solucionando. Alguien habrá conseguido los objetivos que buscaba. Nosotros tratamos de solucionar el problema como venía planteándose”, agregó Majori.
A mediados del mes pasado, el kilo de pan llegó a comercializarse a $20 el kilo en algunos comercios, lo que obligó la intervención de la Secretaría de Comercio en la cadena que incluye a los productores, los molineros y las panaderías. De esa mesa surgió el pan a $10, con menos piezas y más miga que el habitual.
Fuente: infobae.com