Los mercados tuvieron una apertura en calma, pero luego del primer discurso de Lula como presidente electo, se desplomaron, y llevaron al real a una depreciación del 1,49 por ciento, y a la Bolsa de San Pablo a perder el 4,40 por ciento.
"El mercado tiene que entender que hay gente que precisa comer tres veces por día, que hay gente pasando hambre", sostuvo Lula, mensaje reforzado luego por el presidente del Partido de los Trabajadores (PT) y principal operador político del futuro gobierno, José Dircéu.