En una segunda etapa se invertirán 120 millones de pesos y en plena producción la demanda de empleos directos será de 300 lugares.
El yacimiento cuenta con reservas de 100 millones de toneladas y su producción se destinará a satisfacer los requerimientos de la actividad sojera del sur de Brasil.
El efecto dinamizador del proyecto sobre la región servirá para activar una región desprovista de otro tipo de alternativas económicas para su desarrollo.