Los cambios en el régimen del monotributo que rigen desde hoy apuntan a combatir la evasión y favorecen al trabajador en el largo plazo en su beneficio jubilatorio, coincidieron distintos economistas.
"Estas modificaciones en el régimen del monotributo favorecen la recaudación y benefician al trabajador en el largo plazo por los beneficios sociales y los aportes en materia de salud", explicó el economista Enrique Dentice, de la Universidad de San Martín.
"Nadie quiere aumentar impuestos pero es una necesidad fiscal del Estado el acomodar las tasas a una realidad económica diferente", dijo el especialista a Télam.
El hecho de que se elimine la categoría más baja de 12.000 pesos de facturación anual es interpretado por el economista como que "el nivel de actividad superó ese mínimo y esos niveles no guardan relación con la realidad".
Hay que contemplar la "erosión inflacionaria, porque las cosas suben en términos corrientes y reales", indicó.
Para Eduardo Setti, en tanto, "no cabe duda" que la modificación del régimen del monotributo favorece al trabajador en su perspectiva futura y apunta principalmente a perseguir "la colosal evasión" que se registra en el pago de ese impuesto.
Sobre la eliminación de la categoría más baja de 12 mil pesos, dijo que "muchos de los que está en esa categoría en verdad tienen un giro superior al denunciado", al tiempo que sostuvo que en virtud a la inflación los precios de los facturado "aumentaron".
Las modificaciones en el régimen de monotributo implican recategorizaciones, ampliaciones en los topes de facturación y aumentos en los pagos al fisco y las obras sociales.
Según la nueva ley aprobada por el Congreso, a partir de este mes aumentará la suma fija del aporte jubilatorio, de 35 a 110 pesos, y el de la obra social de 46,75 a 70 pesos.
Junto con esto, se eliminó a categoría más baja, de hasta 12.000 pesos de facturación anual, fusionándola con la siguiente que pasó a ser de 24.000 pesos.