Desde el sector local no ocultaron su preocupación y sus augurios en la víspera son sumamente sombríos. En la pescadería Altamar, que se dedica a vender pescados y mariscos a hoteles y restaurantes, confiaron a este portal que la situación es preocupante si el problema en La Feliz no se resuelve.
"Nosotros trabajamos mucho con Chile porque traemos mariscos pero también con Mar del Plata, desde donde viene prácticamente todo lo que se consume durante Semana Santa. Todavía tenemos algo de mercadería pero si esto sigue así puede haber problemas con el abastecimiento", aseguró un encargado del lugar, que pidió no ser identificado.
En tanto, Alberto Pujal, supervisor del reconocido Mar Cantábrico, indicó que algunos camiones de la empresa fueron trasladados fuera de la zona por el conflicto. "Están varados porque tuvimos que llevarlos a galpones.
Es la primera vez en más de cincuenta años de trayectoria que no tenemos pescado, sólo el stock en las cámaras. El puerto está bloqueado y los barcos están atracados con las bodegas llenas de pescado, si esto sigue así toda esa mercadería se va a perder", aseveró, y agregó que cerca del 80 por ciento del pescado que se consigue proviene de Mar del Plata, mientras que el restante viene de Comodoro Rivadavia.
"Nosotros no podemos hacer nada, todo depende de lo que pase allá. Es una incertidumbre total. Si esto no se soluciona no habrá mercadería para Semana Santa. Es como dice el perro de Mendieta: estamos mal pero ya me acostumbré", graficó Pujal.
Desde el mayorista Aconcagua, uno de los proveedores de pequeñas y medianas pescaderías de Mendoza, también manifestaron que algo huele muy mal en el asunto.
"Ya no hay pescado y eso que todavía no es Semana Santa. Que yo tenga uso de memoria es la primera vez que pasa esto. Ya Semana Santa está perdida. Este es un problema grave y no tengo expectativas para que se solucione rápidamente", afirmó Juan Carlos Gibeaud, responsable de la empresa.
El conflicto
Desde el martes que el gremio de los pescadores bloquea el ingreso y egreso de camiones en el puerto de Mar del Plata.
Los trabajadores (más precisamente los fileteadores, que se encargan de limpiar los pescados que recién vienen del mar) llevan adelante la medida, de tiempo indeterminado, en reclamo de un aumento salarial del 35%, y reconocieron que de no haber un acuerdo podrá faltar pescado en la celebraciones.
El problema se agravó cuando el gremio del SIOP, que nuclea a los portuarios, rechazó una oferta empresarial del 24% y no acataron la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo.
Según los empresarios del sector, un fileteador percibe entre 2.300 y 2.600 pesos semanales. (Diario Uno)