La ley significa, en la práctica, un aumento de la presión tributaria sobre el campo y la apropiación indebida del capital de trabajo de los agricultores, denunciaron los dirigentes agropecuarios.
"La rebaja a la mitad del IVA para la venta final de los granos implicará un aumento del crédito fiscal que los productores no podrán compensar con sus compras de insumos", señaló el director del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Ernesto Ambroseti. (Télam)