"El apoyo que tiene la Argentina de parte de todo el arco internacional da cuenta de eso, y convierte también a la plaza de Nueva York en uno de los lugares más inseguros a la hora de pensar en procesos de reestructuración de deuda", apuntó.
Grasso dijo que "habrá que ver qué sucede ahora, el dinero ya fue depositado en el Banco de Nueva York y se puede considerar que esa plata ya no es de la Argentina desde el momento en que salió de las cuentas con el fin de cancelar las deudas pactadas con los bonistas".
También negó que la situación judicial "perjudique a la economía argentina, porque no fue voluntario, es decir, no se generó por falta de dinero o vocación de pago, y la Argentina tiene la sustentabilidad necesaria como para continuar su camino de crecimiento".
Fuente: Télam