El sector de televisores, que lleva años perdiendo dinero, será separado del resto en una empresa independiente, mientras que el negocio de computadoras de sobremesa y portátiles, con la marca Vaio, será vendido al fondo de inversores Japan Industrial Partners.
El sector se encuentra en claro retroceso, porque los compradores prefieren los smartphones y las tabletas. El año pasado el mercado de PCs y portátiles cayó 10 por ciento.
El presidente de Sony, Kazuo Hirai, ingresó a la firma para llevar a cabo un saneamiento de las cuentas, y enfrenta cada vez más presión para que cambie el rumbo de la compañía. El mayor problema es el negocio con televisores, con el que Sony lleva años perdiendo mucho dinero.
Sony estimaba que tendría ganancias por 30.000 millones de yenes hasta fines de marzo. En los primeros nueve meses hubo beneficios de 11.200 millones gracias a la debilidad del yen, pero una vez tenidos en cuenta los costos de saneamiento las cifras quedaron en rojo.
En cuanto al recorte de puestos de trabajo, se perderán 1.500 en Japón y 3.500 en el extranjero.
Fuente: Télam