En un mercado sobreofertado, con precios en baja y contratos que preveen en el caso de los alquileres particulares una duración de dos años, muchos propietarios acuerdan con los inquilinos revisiones parciales cada tres o seis meses, en muchos casos para bajar los costos, debido a la creciente situación de desempleo que se registra en el país.
A esto se suma la incertidumbre que produce entre los inquilinos la eventual aplicación del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) para los contratos de alquiler realizados hasta diciembre pasado, que debía comenzar a regir a partir del primero de octubre pero fue suspendido y no hay señales claras de cómo se resolverá la cuestión. (Télam).-