La economía nipona, que había sido considerada como un gran éxito, ha estado entrando y saliendo de la recesión durante la última década, y el poco crecimiento logrado ha sido a costa de grandes déficits que han llevado la deuda nacional al 140 por ciento del producto bruto, más que duplicándola desde 1990.
Hasta ahora nadie ha pedido un ajuste y el nivel de vida se ha mantenido casi sin variantes pero siempre está el peligro de un gran sacudón ya que muchos economistas consideran que la situación es insostenible. (Télam)