Por ese motivo, Schäfer consideró que "si la iniciativa de Argentina ante la ONU prospera, ayudaría a que las reestructuraciones sean más eficientes".
La propuesta del gobierno argentino, aprobada por la Asamblea General de la ONU el 9 de septiembre del año pasado con el respaldo de 124 países, se debate actualmente en una comisión que tendrá a su cargo la confección del documento final que se debatirá en el pleno del cuerpo antes de fin de año.
Con respecto al rol de los fondos buitre, Schäfer consideró que las demandas son "engañosas para los estados con problemas de default, y engañosas también para Argentina".
"La razón es que Argentina alcanzó acuerdos con otros acreedores, y el hecho de que el país esté en condiciones de pagarles es sólo porque los otros acreedores aceptaron un recorte en el valor de sus activos", añadió.
Al respecto, la especialista afirmó que los fondos "son predadores que se aprovechan del hecho de que otros acreedores hayan aceptado un recorte".
También opinó que el litigio en el juzgado de Griesa "son malas noticias para otros países en problemas, porque no podrán asegurarse una reestructuración con quita si una mínima parte de los acreedores no están de acuerdo".
"Si la gran mayoría acuerda -agregó- igual siempre existirá la posibilidad de que una minoría obtenga ventajas a expensas de la otra".
Schäfer señaló además que el fallo la Corte Federal de Justicia de Alemania (BGH) en febrero último a favor de tenedores de bonos alemanes que no aceptaron el canje son "malas noticias para las futuras reestructuraciones de deuda", ya que la decisión contribuye a crear "la idea de que una reestructuración eficiente es mala".
Fuente: Télam