En próximas ruedas, la continuidad de las pérdidas en acciones reflejaría la percepción de un débil futuro económico, e incluso un panorama recesivo para los próximos meses. Por el contrario, una reversión de las caídas puede marcar el camino hacia una recuperación sustentable del crecimiento en la economía norteamericana.
El punto de inflexión es el piso de las cotizaciones de comienzos de año, nivel al que regresaron las acciones después del derrotero de alzas y bajas de los siete primeros meses del año, sesgado a las pérdidas en las últimas sesiones.
En ese sentido, el promedio S&P 500, que arrancó el año en 1.257 puntos, cotizó al cierre actual a 1.260 enteros (+0,5% en la jornada), el tecnológico Nasdaq (que inició 2011 en 2.652 unidades) avanzó un consistente 0,89%, a 2.693 unidades. Algo más holgado, el Dow Jones cerró 0,25% arriba, en 11.896 puntos, unas 300 unidades más que en el cierre del año (11.577 puntos).
Wall Street arrancó en negativo por efecto de los datos macroeconómicos publicados en los EEUU y los descensos generalizados en Europa.
El Dow Jones continuó por debajo de la barrera psicológica de los 12.000 puntos, frontera que resignó la pasada jornada, pero cortó una serie negativa de ocho rondas consecutivas, seguidilla que no atravesaba desde hace más de tres décadas.
Una vez superada la crisis de deuda en los Estados Unidos con la aprobación in extremis del aumento del límite de endeudamiento del país, los inversores observan con preocupación los datos macroeconómicos que muestran una desaceleración de la recuperación.
El analista técnico Ariel Squeo, de ICB Argentina, explicó que "desde el plano fundamental hay temores en cuanto a la actividad. Los índices económicos hace dos semanas que vienen saliendo mal en los EEUU. El mercado está haciendo foco ahí, en la actividad”.
“El acuerdo entre los republicanos y demócratas deja entrever que algún recorte tiene que haber y que le va a pegar a la actividad”, apuntó Squeo. “¿Qué va a hacer el gobierno norteamericano? Una mayor recaudación de impuestos también va a tener un efecto negativo sobre el nivel de crecimiento”, opinó.
Esta jornada el Departamento de Comercio de los EEUU anunció que los pedidos a las fábricas de Estados Unidos disminuyeron el 0,8% en junio, después de un incremento del 0,6% el mes anterior, aunque esa cifra quedó algo por encima de los pronósticos.
Federico Fiscella, de Rosental Sociedad de Bolsa, afirmó que “(Barack) Obama tuvo que hacer concesiones al sector más conservador norteamericano, en momentos en que varios rubros de la economía necesitan apoyos del gobierno, como la construcción”.
“El mercado está haciendo un piso en 1.250 puntos del Standard & Poors y eso puede significar una señal de fortaleza hacia el futuro. Vemos cierto rebote y el mercado está posicionado para mantenerse sobre ese piso técnico”, añadió Fiscella.
No obstante, Jorge Compagnucci, de Fénix Report, fue más allá y consideró que “está sincerándose la situación de los mercados bursátiles, hacia un fin del ciclo expansivo”, en el que no descarta un periodo de “recesión y depresión a nivel global, porque ya no tenemos armas para poder enderezar a la economía y a los mercados”.
Argumentó que “poder elevar el techo de la deuda no es una buena noticia, porque vamos a seguir circundando al mercado a un capitalismo en base al endeudamiento, como se dio desde la posguerra”.
El ánimo vendedor fue respaldadopor el Instituto de Gestión de Suministros (ISM) de EEUU, que reveló que el sector de los servicios, responsable de más de tres cuartas partes de la economía, redujo su crecimiento en julio hasta colocarse en su punto más bajo en más de un año y medio.
Ariel Squeo, de ICB Argentina, agregó que “también condiciona a la baja Standard & Poors, que dijo que si el gobierno norteamericano no recorta los gastos en determinada proporción iba a bajar la calificación de deuda desde AAA”.
Para Squeo, esta baja de calificación “automáticamente significa cargarle una prima de riesgo al bono norteamericano, que va a disparar un alza del rendimiento de los títulos” y el consiguiente sobrecosto para el financiamiento de la administración Obama.
Los inversores batallaron con el pesimismo proveniente del otro lado del Atlántico, donde las principales plazas europeas volvieron a registrar contundentes descensos a raíz de los renovados temores a la crisis de deuda en la zona euro. Londres cedió el 2,34%; Fráncfort, el 2,3%; París, el 1,93% y Milán, el 1,54%, entre otras.
“Los temores en Europa persisten. El foco se corrió un poco de Europa, pero los problemas siguen siendo los mismos. Tenemos lo que vimos en estos días: preocupa que el volumen sigue siendo muy bajo. Cada suba del mercado estuvo acompañada por baja de volumen negociado”, consideró Squeo.
Señaló que “cuando el mercado se mueve poco hay una avalancha de captar rendimientos de corto plazo y esto genera volatilidad. Eso le imprime un tono especulativo”.
Influyó en el rumbo de la jornada la creación en julio de 114.000 empleos netos en el sector privad, ligeramente más de lo pronosticado por los expertos, según Automatic Data Processing (ADP). (Infobae)
