De hecho, las mismas no condicen en primer lugar con el sano ejercicio de la ciudadanía en el Estado de Derecho imperante en nuestra Provincia, y más aún son impropias de quienes se dicen DOCENTES y deben actuar como formadores en una de las más nobles profesiones, a las que hay que honrar no sólo en las aulas, sino en cualquier circunstancia y lugar.
Reiteramos nuestro rechazo a este tipo de prácticas, máxime si quienes las propician se presentan en sociedad queriendo erigirse en una organización sindical, ya que no se construye sobre denodados esfuerzo por destruir al otro, ni sobre la base de una actitud permanente de agravio y de confrontación denostando todo y contra todos, queriendo erigirse en únicos dueños de la verdad.
El actual Secretariado de A.T.E.Ca ha surgido de un proceso electoral limpio y transparente que fue reconocido por todos los actores, y que no reconoce muchos antecedentes en otras fuerzas sindicales, donde nos comprometimos a cambiar un modelo de agresión por una actitud de diálogo con todos para apostar a una verdadera transformación de la educación catamarqueña, lo que no implica arriar ninguna bandera que implique la defensa de los intereses de los trabajadores de la educación, pero sobre la base del respeto del derecho de todos.
Y acorde a nuestro compromiso, seguiremos por ese sendero que ha elegido la gran mayoría de los docentes de la Provincia.