En la ocasión, el Director del Departamento de Geología, Dr. Luis Navarro García, manifestó su deseo de que las conferencias sean aprovechadas por todos “para iluminar nuestro conocimiento”.
Por su parte, el Decano de la Facultad de Tecnología y Ciencias Aplicadas, Ing. Carlos Savio, consideró que las Jornadas “sirven para que las distintas entidades, tanto educativas como empresariales, difundan todas las actividades que se llevan a cabo, además de actualizar tanto a docentes como a graduados. Este tipo de experiencias sirve a los alumnos para tener una noción más concreta sobre lo que el Geólogo realiza como profesional dentro de la sociedad”.
Cabe destacar que las IX Jornadas de Geología de la Provincia de Catamarca cuentan con el auspicio de: AEMCA, FMC Lithium - Minera del Altiplano SA, YMAD, Minera Agua Rica, SMGA, CONHIDRO S.R.L. y Minera Alumbrera YMAD-UTE.
En mayo de 1993, Menen, Cavallo y Gioja, entre otros, con el lobby del Banco Mundial, impulsaron la modificación del marco legal de la actividad minera, abriendo las puertas del país para el ingreso masivo de empresas mineras transnacionales.
A la luz de lo que ahora sabemos, a partir de allí la Secretaría de Minería de la Nación y su órgano técnico el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), elaboraron en sucesivas etapas los denominados “Proyectos específicos tendientes a incrementar la oferta minera”, que incluyeron la obtención de información sobre la localización, elementos químicos presentes, reservas de mineral, cuantificación, etc. de infinidad de yacimientos dispersos en gran parte del territorio nacional. El nuevo plan exploratorio oficial se inició en 1995 y se extiende hasta el presente. La Secretaría de Minería contrató para esos trabajos de alta tecnología, a diferentes empresas del Canadá.
Desde entonces, la localización de los nuevos yacimientos minerales se hace por medio de la detección de la radioactividad del Uranio, Torio y Potasio; se utiliza una tecnología denominada “Magnetometría y Espectrometría de Rayos Gamma-Geofísica Aérea, ratio Uranio/Torio”, que consiste en la toma de “imágenes” por un magnetómetro y una cámara gamma montados sobre un avión o helicóptero que efectúan vuelos a baja altura sobre la región a explorar, siguiendo un itinerario de líneas paralelas. Luego esos registros son procesados y volcados en Cartas de Geofísica Aérea.
La Espectrometría de Rayos Gamma es un método geofísico aéreo o terrestre que mide la radiación gamma emitida durante el “decaimiento” de elementos radioactivos naturales que están presentes en la Tierra. Existen muchos elementos radioactivos naturales; no obstante, únicamente tres tienen isótopos (átomos inestables) que emiten radiación gamma con la intensidad suficiente para ser medidos por esa tecnología. Esos elementos son el Uranio (U), el Torio (Th) y el Potasio (K).
La presencia de altos valores de radioactividad, en general, demuestra desde una perspectiva técnica, la existencia de un yacimiento o mina, ya que cuando el magma o roca fundida de las profundidades del Planeta subió a la superficie hace millones de años en forma de volcanes o como afloramientos, lo hizo con todos los elementos químicos de la Tabla Periódica presentes en ese ámbito y tiempo geológicos, enfriándose luego y transformándose en rocas. Se detectarán entonces el Uranio y el Torio, pero también estarán presentes en esas rocas metales valiosos como el Oro, la Plata, el Cobre, contaminantes como el Arsénico y el Plomo, algunos Lantánidos, etc.
Localizado de esa forma un yacimiento, para tener más información sobre los elementos químicos esenciales que posee y su concentración (ley), se procede a realizar el “Levantamiento Geoquímico”, en el cual se toman muestras de sedimentos de corriente de cursos de agua, incluídos los secos, las que son analizadas en laboratorios de Canadá , aplicando técnicas denominadas Activación Neutrónica Instrumental (AANI) y Espectroscopía de Emisión en Plasma Inductivamente Acoplado (ES-ICP).
El SEGEMAR, obviamente por decisión política de los sucesivos gobiernos nacionales desde 1993, ha impulsado esta acelerada exploración de los recursos minerales del país, sufragada por nuestros impuestos, para luego entregar los resultados completos a las transnacionales mineras, las que se dedican luego a volar las montañas con explosivos para aflojar la roca y extraer los metales, utilizando maquinaria en colosal escala para acelerar ese proceso, producir rápidas exportaciones y prescindir de mano de obra local.
De esa manera, las rocas donde el Espectrómetro de Rayos Gamma y el Magnetómetro detectaron altos niveles de radiación gamma emitida por Uranio, Torio y Potasio, son las mismas que las empresas mineras hacen volar con explosivos para triturarlas, levantando y dispersando en el ambiente toneladas de material particulado o polvo mineralizado radioactivo.
Esta es la forma en que las transnacionales mineras, en complicidad con las autoridades de Minería nacionales y provinciales, proceden a dispersar partículas con elementos radioactivos (uranio y torio) y otros metales pesados, sobre poblaciones indefensas y vastas regiones de nuestro país, contaminándolas irremediablemente y afectando su salud. De allí surge la explicación a tantos casos de cáncer y enfermedades degenerativas que se registran en Andalgalá y otras ciudades y pueblos agredidos por este inconmensurable flagelo, donde además los funcionarios responsables del Estado están ausentes.