El curso que iniciará el lunes a las 9.30, en dependencias de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCA, se basa en una metodología teórico–práctica y, para aprobarlo, se considerarán entre otros aspectos, la elaboración individual por parte de los asistentes de un proyecto de implementación aplicado a un caso real.
En nuestro país, la actividad olivícola comprende principalmente dos subsectores industriales de gran importancia para el desarrollo: el de la elaboración de aceitunas de mesa y el de la extracción de aceite de oliva. Cabe destacar que en las dos últimas décadas se registró una expansión productiva que permitió que nuestro país cuente en la actualidad con unos 32 millones de olivos, implantados en 90.000 hectáreas. Hay producción en las regiones Centro, Patagonia, Noroeste y Cuyo, destacándose esta última por concentrar el 62 % de la superficie olivarera. En los últimos años Argentina aumentó su presencia en los mercados internacionales hasta situarse entre los principales exportadores de aceitunas de mesa.
Difundir la adopción de las BPA en este pujante sector requiere disponer de implementadores que asistan y asesoren a los productores. Se trata de la forma más adecuada de asegurar la inocuidad de los alimentos y obtener productos de calidad acordes a la demanda actual de los consumidores, favoreciendo además la sustentabilidad de los recursos y el bienestar laboral de quienes se desempeñan en la actividad.
Por estas razones, el MAGyP desarrolla un amplio abanico de acciones dirigido a promover la adopción de sistemas de calidad en las distintas regiones del país, impulsando la formación de profesionales especializados en instrumentarlos entre los productores.