A los padres: contar a los maestros qué tareas costaron más a sus hijos y cómo resolvieron esas dificultades. También es recomendable que mantengan el vínculo que construyeron con sus hijos durante el receso escolar para seguir aprendiendo sobre lo que hacen en la escuela y apoyarlos con los deberes, hasta que vuelvan a acomodarse.
A alumnos: dependiendo de la edad de cada uno, la adaptación será distinta. Deben pasar menos tiempo en la computadora y dormirse temprano. Deben mantener la calma, no entusiasmarse ni protestar por el regreso a clase.