(DIARIOC, 17/07/2010) El talento y carisma del músico oriundo de la localidad de Ingeniero White, Buenos Aires, y radicado en Cutral-Co (Neuquén) le puso el marco ideal a la noche del viernes, donde la expresión musical de este artista y de los músicos catamarqueños permitió abrir con excelencia las puertas del Poncho 2010.
Tras la apertura de la noche con una colorida actuación de la puesta en escena de Un Grito Sudamericano a través de los ballets Atahualpa Yupanqui, El Malambo, y el Argentino bajo la dirección de Daniel Martínez y números locales, el show de Pintos arrancó pasadas las dos y media de la madrugada cuando el grueso del joven y heterogéneo publico colmaba las instalaciones del Predio Ferial, procedente de diversos lugares de Catamarca e, incluso, integrantes de clubes de fanáticos que se acercaron desde algunas lejanas provincias del país.
Luces, imágenes en pantalla y sonidos de muy buena calidad, a través de una producción y organización casi sin fisuras y un comportamiento destacable del público, fueron los puntos fuertes que mostró la primera noche, lo que permite presagiar un buen futuro en las restantes lunas del Poncho catamarqueño.
Exhibiendo en Catamarca por primera vez su nueva imagen (pelo casi rapado) y demostrando un gran profesionalismo, el joven intérprete elevó al máximo el nivel del show. El cantante hizo su aparición en el escenario envuelto en una gran ovación y abrió el show con dos de sus hits como son Hasta Aqui y Mi Error, y a partir de allí entabló una comunión con el público catamarqueño.
Inició demostrando un gran respeto por el público asistente al evento, conversó fluidamente con ellos, los distrajo con anécdotas, un repaso por las canciones de sus poco más de diez años de carrera y, finalmente, las interpretaciones más aclamadas fueron “Quien pudiera”, “Bella flor” y “Tu Voz”. También, presentó temas de su álbum “La Llave”, en el que de la mano de un cancionero propio construye un disco de confirmación y apertura. Así, interpretó Todo está en vos, Dueños del Amor, Más que mi destino, Canta, Latidos, y, por su puesto, La Llave.
Acompañado por su hermano Ariel en primera guitarra y sus músicos, el joven músico comentó que “es un placer estar otra vez en esta bella provincia, donde tengo muy buenos recuerdos”.
La presencia de Abel Pintos en cualquier festival del país siempre genera marcadas expectativas. Y en esta edición de la Fiesta Nacional del Poncho no fue la excepción. Al momento de interpretar clásicos como Quien Pudiera y Ojos de Cielo, el delirio del público fue absoluto. Luego, siguió el siempre particular Aleli (Bailando con tu Sombra), que lo consagró años atrás en Viña del Mar (Chile) y que encontró como respuesta una interminable ovación y el grito de "Abel, Abel…" de un público de pie.
Fue así que comenzó a despedirse. Cuando lo hizo, tuvo que volver otra vez al grito de "otra, otra…" y finalmente se fue cantando El Alcatraz, en medio de un interminable aplauso mezclado con gritos y voces que no dejaban de corear su nombre.
Coplas y voces locales
Si bien el punto culminante de la noche fue la actuación de Pintos, también hubo momentos de excitación folclórica cuando subieron a escenario los artistas locales encabezados por Chiqui Ledesma, el Dúo Varela-Zavaleta, y el siempre convocante conjunto de Americanta, donde Miguel Melián (voz, primera guitarra, arreglos vocales), Lucio López (voz, guitarra de acompañamiento, compositor) y Luís Medina (voz, guitarra, flauta traversa, quena, compositor y escritor) dejaron su sello sobre el escenario y se llevaron el reconocimiento de su público. Cholita y La Engañera formaron parte de su excelente repertorio.
A ello, se sumó el sello de la coplera salteña Mariana Carrizo, quien junto a copleros del interior provincial de la talla de Lolita Beltrán, Eusebio Mamani, Leonarda Torres, Ignacio Molina, Cruz Farfán, y Angélica Reales atraparon con su gracia y talento al público asistente a la primera luna del Poncho.
Con una sólida y experimentada conducción por parte de Jorge Álvarez, Pablo Orellana y Claudio Veracruz, el compositor Alico Espilocín dejó su clásico sello sobre el escenario, donde expuso temas vinculados a su último material discográfico y algunas canciones tradicionales de su repertorio como Chakay Manta, La Taleñita y El Escondido.
Un soberbio paso por el escenario también cristalizaron Los de Catamarca, que con su actuación en la primera noche mantienen su vigencia y continúan siempre presentes en la Fiesta del Poncho, ya que estuvieron desde la primera y en cada una de las ediciones de este evento.
Marcelo Amador, Pipo Ávila y Nelson Tula, dejaron un repertorio bien catamarqueño, tal como es su identidad, con temas como Catamarca Vuelvo, Callejón del Viejo Valle Viejo, que motivo un reconocimiento a su trayectoria por parte de la organización.
