Marcos (Sebastián Estevanez) y Victoria (Carina Zampini) fueron felices y comieron perdices, como dice el cuento. Pero antes, debieron vivir el mayor momento de tensión de la telenovela que estuvo al aire más de un año y medio, entre romances y policiales.
En el último capítulo, Lorenzo (Pedro Cernadas) termina apuntando con un revólver a Marcos, que intenta frenarlo en su locura y logra hacer que confiese que él mató a Montalbán (Gerardo Romano). Es entonces, cuando Victoria -que veía la escena desde otra oficina por la cámara de una computadora- ingresa para salvar a su amado y termina como rehén de su ex pareja. Será su escudo para salir de la fábrica, donde Marcos, Pepe, empleados y vecinos son testigos del hecho.
Mientras tanto, en la prisión Renzi confiesa los negocios sucios de Lorenzo y Montalbán, tras recibir protección especial porque teme que lo maten. Así, la policía sale en busca de Lorenzo y a pesar de que lo acorralan, él decide bajar su arma cuando ve a Flor (Micaela Vazquez) con Benjamín en brazos y a Angie (Sol Estevanez) que lo vino a buscar para fugarse y se encontró con esa escena. Lo arrestan, y se pone fin a su locura.
¿Qué fue de Julián (Juan Darthés)? Terminó cerrando su pasional historia con Natacha (Calu Rivero), la despidió y le deseó lo mejor porque siempre será un lindo recuerdo. Eligió a Gisela (Florencia Ortiz), que iba a irse para dejar libre a su dulce amor. Sin embargo, increíblemente, es Gaby (Laura Novoa) quien se dirige a casa de Julián para que intente detenerla. Un enorme gesto de la madre de Nano (Franco Pucci), otra de las que pone fin a la locura desatada durante la mayor parte de la tira de Quique Estevanez.
Como en toda novela, hubo un “tiempo después...”. Luego de que Marcos la vea tan hermosa y le diga su tradicional “mamadera”, Victoria se convirtió en la presidenta de la cooperativa “Bandi”, que vuelve a posicionarse gracias al intenso trabajo de la empresaria y los trabajadores. En ese momento, Marcos le pidió matrimonio por segunda vez, porque ella había perdido la memoria. La dama de la novela aceptó al hombre que la enamoró dos veces en la vida.
“Victoria, ¿querés que te lleve al fin del mundo”, preguntó el galán. “Sí, lléveme Marcos, lléveme al fin del mundo”, respondió la hermosa protagonista.
Lo demás, fue ver cómo terminaron las historias de todos los personajes. Julián y Gisela tuvieron un hijo y se lo presentaron a Gaby y Nano. Elena (María Valenzuela) trabaja ahora con Emilio (Jorge Sassi) en una fundación de ayuda social que tiene como sede la mansión, mientras pasa sus días en el barrio con Pepe (Arturo Bonín), viviendo ahora lo que les quedó relegado en el pasado.
¿Qué pasó con Lucas (Nicolás Riera) y Brenda (Rocío Igarzabal)? El tiempo sanó las heridas que vivió su relación por la fama que le dejó la música y las tentaciones que no pudo evitar. Empezaron de nuevo su dulce amor.
Así como ellos, cada personaje tuvo su final feliz y encontró o apostó a su dulce amor: Isabel (Georgina Barbarossa) y Somoza (Claudo Santorelli) que jugaron a la policía y el ladrón en una divertidísima y breve escena, Ale (Fernanda Callejón) y el Terco (Hernán Estevanez), Máquina (Esteban Prol) y Coni (Gabriela Sari), Bruno (Nico Zuviría) y Maite. Mientras que Flor, que atiende ahora el quiosco de Pepe, conoce a su nuevo galán.
Párrafo aparte para la historia de amor de Emilio. Abre la puerta y recibe la visita de su amado Cris. “Me animé y vine a buscarte”, le dice y se funden en un abrazo igualitario. Bien por Estevanez, que resolvió de la mejor manera la historia de amor del personaje que se ganó el corazón de todos. Todos sabíamos de su pasión secreta y se reconfirma en unos segundos. Muy diferente a lo que pasó en “Graduados” donde el Chino, mano derecha de Clemente Falcini, confesó en el último capítulo que tenía... ¿mujer e hijos?
Cupido es el protagonista real de esta novela porque hasta Lorenzo apuesta al amor con Ángeles, que está en todo momento a su lado. Los más malos terminan con una dulce sonrisa en sus rostros. Señal de que la maldad quedó a un lado, algo que no suele ocurrir en los libretos... donde los malvados, acaban con final trágico.
Pero Quique Estevanez quiso que no haya sangre y así fue. Hay que destacar, que el productor y creador contó con un elenco de grandes figuras que le aportaron su talento a la tira que conquistó por la diversión y la tensión aportada en un impecable libreto que llegará ahora a México y Colombia.
Este 29 de abril, en el último minuto, Marcos y Julián volvieron a las carreras, porque los fierros no podían faltar -ya que con ellos empezó la tira hace 15 meses- y hasta lograron coronarse, cumpliendo su sueño relegado.
Ya como retrato final, Marcos y Victoria son una bella familia, padres de una nena y un varón. Es la foto del adiós, la imagen de la felicidad y de que una vez más, como en los mejores cuentos, el bien triunfa sobre el mal.
Por Claudia Seta
@setaclaudia
Fuente: 26noticias.com.ar