En cambio, el presidente de la asociación estadounidense de informática y comunicaciones (CCIA), Ed Black, celebró una iniciativa que "aumentaría la competencia" y "alentaría a otros a entrar en este mercado para competir con Google".
Los comentarios fueron manifestados en preparación de una audiencia prevista dentro de un mes en un juzgado federal neoyorquino para validar o no un acuerdo alcanzado en octubre de 2008 con el sindicato de editores estadounidenses (AAP) y el sindicato de autores Authors Guild.
El compromiso, tras una larga batalla jurídica, prevé que Google perciba el 37% de los beneficios vinculados a la explotación de los títulos divulgados, mientras que autores y editores recibirían el 63%. Se crearía además un "registro de derechos de autores" para repartir estos dividendos, y Google destinó 125 millones de dólares para enfrentar eventuales litigios.
Pero Google no sólo levantó polvareda entre los editores de los Estados Unidos. La Comisión Europea mostró ayer "en principio" su apoyo al proyecto de digitalización de libros emprendido por Google Books y al acuerdo entre el buscador y los editores estadounidenses para la preservación de los derechos de autor. La Comisión Europea apuesta por la creación de un verdadero "registro europeo" en la materia que sirva de base a los 27 socios comunitarios. (AFP)
Fuente: La Gaceta
Fuente: La Gaceta