Sin duda tuvo momentos maravillosos en los que se divirtió y disfrutó mucho de los manejos que lo mantenían como líder en las primeras semanas de juego. Confirmó que comenzó a perder el control desde el ingreso de Diego, se sintió muy seguro, mostró su juego y ahí perdió.
Mientras veía las imágenes en las que sus compañeros hablaban de su ego y su necesidad de competir todo el tiempo, el cantante con cara de no poder creerlo exclamó “¡qué dolor!”. Después dijo que no era así en realidad y que siempre intentó “proteger a las personas y sacar lo mejor” de ellas. Y después se despachó con todos.
Dijo que rescata la relación que tiene con Lissa porque hay una conexión muy profunda entre ellos que se inició con el amor a la profesión en común que tienen. Habló muy bien de Robertino de quien dijo que es un personaje divino y que compartió momentos muy divertidos con él. Respecto de Diego comentó que estaba seguro de que era un tipo que iba por atrás pero se dio cuenta de que se equivocó, creyó que era más inteligente por la postura de “malo” que tiene.
Todo lo contrario dijo cuando se refirió a Fernanda, Roña y Carlos de quienes cree que son unos falsos y que están jugando “muy bien”. Con Jacqueline se mantuvo moderado diciendo que era la indefensa, la víctima de la casa pero que ese es seguramente su personaje. Al final se animó a vaticinar el futuro y dijo que en la final quedarán Roña, Carlos, Robertino y Lissa. Habrá que verlo.
El panel no dejó de preguntarle sobre la no muy agraciada frase en la que se refirió a Cinthia diciendo que ella era su “tipo de mujer”. Teniendo en cuenta que él tiene novia ¿qué explicaciones le dio a su pareja? Trastabilló un poco pero dijo que en un momento se confundió pero después todo pasó, que la competencia era por la amistad de Cinthia porque él la sentía “amiga suya” antes que de los demás.
Mientras tanto, Cinthia está enojada con él porque se enteró de que en el juego había hablado mal de ella y casi no quiso conversar con el cantante.