En el marco de la edición Bicentenario que lanzará en formato booket, Planeta reeditará el clásico La guerra del Paraguay, de Miguel Angel de Marco, además de la novela histórica La Logia de Cádiz, de Jorge Fernández Díaz, y La revolución es un sueño eterno, de Andrés Rivera, un relato de ficción que se mete en la piel del orador de Mayo: Juan José Castelli.
Castelli, uno de los grandes protagonistas de la Revolución de 1810, será también uno de los grandes nombres entre los libros del Bicentenario. Edhasa lanzará su biografía, en el marco de una colección dirigida por Juan Suriano y Gustavo Paz. Entre los primeros títulos estarán Mariquita Sánchez de Thompson, de Graciela Batticuore, y Bernardino Rivadavia, de Klaus Gallo. En la misma colección se editarán las biografías de Artigas y Manuel Dorrego.
Castelli, decíamos, será también uno de los protagonistas del libro Hombres de Mayo (Norma), de Ricardo de Titto, que cuenta la Revolución desde la mirada de cada uno de sus actores. Se publicarán, asimismo, sus Cartas desde el Alto Perú (Del Nuevo Extremo). Este último forma parte de la colección Biblioteca Nacional de la Identidad, que desde 2009 publica Del Nuevo Extremo. Allí mismo aparecerán en 2010 los títulos: Mi vida, de Manuel Belgrano, con presentación de José Celedonio Balbín; Educación popular, de Domingo Faustino Sarmiento, y El dogma socialista, de Esteban Echeverría con prólogo de Ricardo Rojas.
Ensayo, narrativa y también poesía, Alfaguara presentará 200 años de poesía argentina, una antología de Jorge Monteleone que, según adelantaron en la editorial, "proyecta una visión renovada sobre la poesía escrita en el país a lo largo de su historia". Fondo de Cultura Económica, por su parte, ha adelantado que publicará más autores argentinos; Planeta lanzará 200 años de peronismo, un libro de Miguel Rep, con ilustraciones sobre el Bicentenario; y Sudamericana traerá el ensayo Buenos Aires antes del Centenario, de Francisco Korn y Silvia Sigal. Pero habrá más, siempre habrá más. Esto sólo es un breve punteo.
Fuente: revista eñe