Esos son los datos que maneja el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas. La entidad manifestó públicamente un déficit presupuestario serio para hacer frente a la situación. De hecho, destacó que muchos países ricos recortaron su ayuda monetaria en la lucha contra el hambre, en lo que consideran "una receta para el desastre".
Hasta la fecha, el programa sólo consiguió un apoyo financiero de U$S 2.600 millones para cubrir los U$S 6.700 millones que había presupuestado para 2009. "Millones de seres humanos han sido sacudidos por la caída financiera global. Su habilidad para comprar alimentos se ve limitada por los precios altos. Además, patrones de clima impredecibles están causando más hambre", advirtieron en un comunicado.
"Las poblaciones más pobres del mundo están agotando lo poco que ya tenían", añade. Desde México, -además- el relator especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier de Schutter, aseguró en un foro organizado por diversas ONGs que en los últimos dos años aumentó "significativamente" el hambre mundial. Además, alertó que ya hay 3.000 millones de desnutridos.
Fuente: La Gaceta