La historia de la película transcurre en la ciudad de Santa Fe entre los años 1977 y 1978 en un barrio de clase media, periférico, donde los chicos juegan en las calles y donde los vecinos entran y salen a otras casas sin más.
La inseguridad no es un tema que preocupe a la gente, los eventos y fiestas acentúan más estas características, y el carnaval es un evento barrial; las siestas se suspenden para que los chicos jueguen con agua, mojándose entre ellos.
En ese marco vive Andrés, un niño de 8 años que tras la muerte de su madre en un accidente debe mudarse a casa de su abuela Olga y su padre Raúl, con su hermano Armando.
En el barrio donde viven funciona un centro clandestino de detención, un secreto a voces con el que Andrés convivirá y que se suma a la realidad del barrio y su familia teniendo que adaptarse a las reglas de la nueva casa.