El ex Beatle hizo vibrar a 45 mil personas cada noche con sus temas, como "Live and let die", joyitas de su banda The Wings y, por supuesto, los éxitos de los "Fab Four". Los conciertos tuvieron la particularidad de que todos debían tener su butaca por una nueva disposición municipal, pero nadie se quedó sentado mucho tiempo.
Los dos shows duraron aproximadamente tres horas cada uno, durante las cuales "Macca" se dio el gusto de repasar toda su carrera, empezando por "Magical mistery tour". Lo momentos más emocionantes fueron los homenajes a sus ex compañeros de banda, John Lennon y George Harrison, a quien le dedicó una versión acústica de "Something".
Así, durante 48 horas la Ciudad de Buenos Aires respiró y se movió al ritmo beatle, un poco por ese fanatismo inexplicable que produce la banda, y otro poco por lo congestionado del tránsito a la altura de Libertador y Udaondo. Mientras tanto, Sir Paul descansó en una quinta en Pilar a donde había llegado el lunes por la madrugada.
Volviendo a los shows, el ex Beatle tuvo una puesta en escena impecable, con fuegos artificiales para "Live and let die" y luces extra para "Jet". El show podría haber terminado con los eternos "nananana" de "Hey Jude", pero entre los bises estuvieron la enérgica "Day Tripper" y la melancólica "Yesterday" y "Get back".
La particularidad de los shows fue que Sir Paul oscilaba entre lo acústico y lo eléctrico, y los momentos más intensos los logró con su guitarra y un reflector, como cuando cantó "Blackbird". Después de tres horas de una canción tras otra, el gran final estuvo marcado por "Sgt. Pepper´s Lonely Heart Club Band".
Será hasta la próxima.
Fuente: minutouno.com.ar