Nadie se anima a gritarlo a los cuatro vientos. Tal vez por miedo a la magnitud de la noticia o a que se trate de una relación fugaz. Por supuesto que nadie habla de noviazgo pero indicios hay muchos y con lo que sucedió esta tarde en Ideas del Sur, Primiciasya.com arroja la primera piedra, bien libre de pecados.
La pregunta es concreta: ¿Qué pasa entre Marcelo Tinelli y Coki Ramírez? Todo indicaría que la ficción y el juego televisivo podría darle paso a la realidad, aunque no hay documento fotográfico alguno que asegure lo imaginado. Lo cierto es que desde hace algunas semanas se habla con mayor ímpetu de un acercamiento entre el conductor y la cantante cordobesa.
De hecho, el viaje de Tinelli a Miami derivó en un trascendido periodístico que arrojó la gente del hotel donde se hospedó el nacido en Bolívar junto a todos sus hijos y sus dos yernos. La semana pasada se especuló con dos llamados que Marcelo le habría hecho a Ramírez, uno delante de sus herederos, lo que habla de un beneplácito de parte del seno familiar, y el otro delante de los empleados del hotel.
Sin embargo, esta tarde, en la grabación de "Bailando 2011", algo extraño pasó; Tinelli y Coki se mostraron muy sonrientes, cómplices y hasta mimosos, en los pasillos de la empresa de la calle Olleros, propiedad del animador televisivo.
Si bien el hecho puede ser menor y común en un ámbito laboral donde reina el histeriqueo, para la prensa no es algo casual y poco estridente ya que todos quieren saber quién ocupa el corazón del hombre más importante de la televisión argentina.
La última referencia amorosa de Tinelli es Solange Calabró, una empleada de Ideas, secretaria de Salomone, morocha que fue fotografiada a los besos junto a Marcelo, el pasado verano en Punta del Este.
Otros aventureros fueron más allá de la línea y confiaron que el conductor pretende reconquistar a Paula Robles, algo poco factible por el momento dado que la bailarina estaría iniciando una historia con un productor musical.
De ser cierto el romance entre Tinelli y Coki… ¿Se animarán a confesarlo o la vida íntima del “cabezón” seguirá en perpetuo ocultamiento? Veremos qué sucede. (Primicias Ya)
