Pero ahora, los miedos, son otros. "Entre mis terrores y pesadillas está subir al escenario. Sueño que me subo y estoy en ’bolas’ sin saberme la letra de ninguna canción", confesó este jueves el músico, que publica nuevo trabajo tras cuatro años de silencio (su anterior CD fue “Alivio de luto”). El artista presentará este trabajo en una gira de año y medio, que comenzará el día 20 en Salamanca y con la que recalará "por primera y última vez" en el Madison Square Garden.
La última experiencia con una gira de directos la protagonizó junto a Joan Manuel Serrat en 2007. "El lado bueno es que ahora no tendré que darle la mitad de lo que gane a un catalán", bromeó Sabina, que se enfrentará al escenario "solo bajo el foco, sin Serrat". "Cada vez tengo más respeto al escenario, pienso si podré aguantar la gira... Quizá es exceso de responsabilidad", declaró en una nota que publica hoy el portal de Europa Press.
Más que a estar delante de 45.000 personas en cualquiera de los macroconciertos en Hispanoamérica (que visitará tras la gira en España, a partir de enero de 2010), Sabina teme, por ejemplo, cantar de nuevo en la Plaza de Toros de Las Ventas. "Va a ser la última gira grande, me despido de ese público y luego cantaré en teatros y clubs", anunció.
Muchos de sus amigos y colegas aseguran que en Vinagre y rosas está "el mejor Sabina", pero el cantante y compositor le quita importancia, aunque reconoce que el público sí está "ante el Sabina más saludable". "No sé si es el mejor Sabina, pero sí sé que estoy cerca de saber si son canciones guapas o feas, porque no me dan vergüenza", confesó un músico que siempre ha considerado que el fin de escribir una canción es el querer conquistar a una mujer. "Y a veces sirven".
La mejor canción, para Sabina, es aquella que "se acerca a lo que has soñado, cuando las haces como si fueran las que te gustaría oír en la voz de Leonard Cohen o Chavela Vargas", explicó.(Telam)