El acto arrancó a las 18, en el costado Este de la plaza, frente al canal cuyas aguas llevarían para siempre las cenizas de la tucumana que hizo sus primeros pasos como cantante e intéprete en Mendoza. Entre otros hablaron el poeta y humorista Jorge Sosa, y el cura Aldo Godino, párroco de San Nicolás.
El volumen emotivo se elevó cuando Pocho Sosa y artistas presentes empezaron a entonar canciones que la "negra" dejó para siempre en la fibras sensibles de los argentinos y latinoamericanos. Ese grupo de voces de artistas logró expandir en un abrir y cerrar de ojos por toda la plaza de la fundación el espíritu de la tucumana. Así el pueblo mendocino se hizo eco de los cánticos de los artistas y esa música siguió replicando inclusive minutos después de que las cenizas de Mercedes Sosa fueran arrojadas al Cacique Guaymallén, como si quisiera nunca acabar.
"Gracias negra, que me has dado tanto", expresó uno de los tantos carteles del público.
Si bien Mercedes Sosa pidió un último adiós acompañado sólo de artistas y público común y corriente, "pueblo" (como lo anunció en su momento Pocho Sosa), algunos funcionarios públicos concurrieron por su cuenta. El gobernador Celso Jaque y los intendentes Víctor Fayad y Alejandro Abraham fueron algunos.
Las voces de los artistas y del pueblo mendocino siguieron de la plaza a la Costanera y esperaron que Orlando y Fernando Sosa, hermanos de Mercedes y Fabián Mathus, hijo de "la voz de América Latina", cerca de las 18 echaran las cenizas de la Negra para siempre en las aguas mendocinas. Muchos años atrás y en un acto similar, en el canal Cacique Guaymallén se esparcieron los restos de Oscar Matus, quien fuera no sólo esposo de La Negra y padre de Fabián, sino también uno de los impulsores junto con la cantante tucumana del movimiento Nuevo Cancionero Cuyano.
Mercedes Sosa falleció el 4 de octubre en Buenos Aires, a los 74 años. Miles de argentinos vieron por última vez su cuerpo en el salón Pasos Perdidos del Congreso Nacional. Sus cenizas fueron esparcidas en la capital argentina, en el cerro San Javier de Tucumán y hoy, en Mendoza.
Fuente/ diariouno.com.ar