El primer programa del ciclo fue más propenso a subrayar los aspectos religiosos y espirituales de ciertos casos sobrenaturales que sus facetas escalofriantes.
En medio de una escenografía escueta, dominada por un sedante color azul y ametrallada cada tanto por níveos fogonazos y haces de luz, un Sueiro que reconoció estar algo más gordo afirmó creer en los milagros y los misterios y pasó a presentar tres casos emparentados con uno de esos temas o con ambos y a los que proclamó como "reales". (Télam).