Goldberg recibió un premio de la Academia en 1991 como Mejor Actriz de Reparto por su trabajo en "Ghost", donde secundaba a Patrick Swayze y Demi Moore. Pero a la hora de subir al escenario a agradecer su estatuilla, necesitó fumarse "un porro maravilloso", tal como lo recordó en un programa de radio de Los Ángeles hace un par de días.
El resultado quedó en evidencia cuando trepó por las escaleras del teatro Kodak de Los Ángeles, donde se celebró la entrega, pero la actriz explicó que fue su propia "coach" para lograr controlarse, según el sitio TMZ.
Aunque en su momento nadie hizo comentarios al respecto, ni mostró sospechas del estado de relajación inducida que tenía Goldberg, la actriz aseguró que su madre la llamó tras la emisión televisiva de los premios para regañarla, porque había notado que tenía la mirada "brillante".
Nada se le escapa a una madre atenta...