Considero oportuno en este día instarlos a mirar a Jesús, El Maestro. Muchos hombres y mujeres buscan con avidez su Palabra que es Verdad y Vida, aunque algunos la relativizan o rechazan; otros lo buscan con sinceridad. Jesús, El Maestro nos acompaña cada día y nos ayuda a cumplir la misión que nos ha confiado.
En este tiempo histórico de nuestra Patria, en el que no todos los argentinos están dispuestos al sacrificio para reconstruir una sociedad más justa, fraterna y solidaria, la presencia efectiva, la labor constante y el cultivo de la Verdad por parte los Maestros, sigue brillando como una luz de esperanza en este País, que en un clamor silencioso reclama, de un modo urgente, un Norte hacia donde dirigir sus pasos.
Imploro bendiciones al Todopoderoso, para que sea El quien los anime y premie el esfuerzo y entusiasmo que ponen cada día frente a los alumnos, a las familias y a la Sociedad.
Y que María, Madre y Maestra, en su advocación del Valle, en compañía de los Santos Educadores, los acompañe siempre.
Mons. Luis Urbanc
Obispo de Catamarca