Catamarca
Jueves 28 de Marzo de 2024
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Mons. Luis Urbanc, en la misa de aniversario de Mons. Miani

“25 años de ministerio episcopal es la plenitud del sacramento del Orden”

Hoy, jueves 4 de diciembre, en el marco del novenario en honor a Nuestra Madre del Valle, la Catedral Basílica fue el lugar elegido para el oficio de la Santa Misa de acción de gracias por las Bodas de Plata Episcopales del Obispo Emérito de Catamarca, Mons. Elmer Osmar Miani, y Sacerdotales de los Pbros. Francisco Carrizo y Moisés Pachado; y los 70 años sacerdotales del Pbro. Gerardo Cabezas Molina.
(DIARIOC, 04/12/2008) La celebración eucarística estuvo presidida por el Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por Mons. Elmer Miani y un gran número de sacerdotes de la Diócesis, que acompañaron a los consagrados agasajados.

Durante su homilía, el Pastor Diocesano destacó la misión y el sentido del ministerio sacerdotal y exhortó a los consagrados a ser otro Cristo. En la primera parte de su predicación se refirió al acontecimiento especial de la jornada, indicando que “como es sabido por todos, esta misa tiene un particular significado, que es dar gracias a Dios por el precioso don del sacerdocio ministerial. La figura, el rol del sacerdote es imprescindible dentro de la vida eclesial y por eso le damos un particular realce”.

Asimismo agradeció “a Mons. Elmer que me haya permitido presidir esta misa y también hacer una reflexión. No me cabe la menor duda que él tiene mucho más contenido que yo para compartir desde la experiencia y de estos 50 años de vida sacerdotal y 25 de vida episcopal en cuanto a gracias que ha recibido del Señor; el tener que resolver tantas dificultades, y también haber visto cómo la gracia de Dios obra en la vida del sacerdote”.

Un tesoro para la Iglesia de Catamarca

Al hacer mención a los sacerdotes que también celebraron su aniversario de total consagración al Señor, dijo: “Si lo tuviésemos aquí al padre Cabezas nos podría contar en 70 años de ministerio cuántas cosas hermosas. Está acá el padre Niñoles también benemérito en sus años, al igual que el padre Denett, el padre Elio, el padre Carrizo, que está cumpliendo 25 de cura. Todo esto es un tesoro que tiene nuestra Iglesia de Catamarca”.

En otro tramo de su predicación manifestó que “la vida, el tiempo es la gran escuela y nosotros tenemos mucho para poder compartir. Por eso me quiero remitir a lo que significa el regalo del sacerdocio en la vida de la Iglesia y con la Iglesia para todo el mundo, porque el sacerdocio ministerial, el sacramento del Orden, es una gracia que Dios da para el pueblo de Dios. No para uno, para los demás. Esa es la característica de la gracia propia del Sacramento del Orden, un don, la presencia de Dios en favor del Pueblo de Dios. Y el sacerdote tiene y participa de Jesús algo muy importante; participa, en primer lugar, el ser sacerdotal de Cristo, una configuración que llamamos en Teología, ontológica con Cristo. Nos unimos al ser mismo de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote; pero este Jesucristo viviendo entre nosotros es la Palabra Viva de Dios”.

El sacerdote tiene que ser la misma Palabra

Al referirse a su experiencia en el Sínodo de Obispos en Roma, afirmó: “Voy a hacer alusión a este tesoro que hemos podido vivir como Iglesia Universal y como Iglesia Particular, porque me tocó participar del Sínodo de la Palabra”. En este sentido indicó que “el sacerdote será el agente cualificado, el ministro cualificado de la Palabra, no una palabra que se dice sino que tiene que ser el sacerdote la misma palabra que se dice, porque hablamos de una identificación total con Jesús, y de ahí lo delicado de nuestro ministerio, lo delicado, lo trascendental. Cuánto el pueblo de Dios tiene que rezar por la santidad del sacerdote porque si no, el sacerdote traiciona la misma Palabra que es Cristo. Si mi vida sacerdotal no condice con lo que soy, en lo que se ve y en lo que no se ve, evidentemente que el sacerdote vive disociadamente”.

Construir sobre roca

Al mencionar la base de sustento de la vida consagrada, el Obispo dijo que “el sacerdote construye, debe construir su vida sobre esta roca inamovible, que es Cristo. Y si construimos la vida sobre Cristo, evidentemente que el sacerdote es otro Cristo para sus hermanos en la fe y para todo el mundo; y uno es otro Cristo las 24 horas del día”.

“Imagínense qué hermoso que es para un ser humano, porque nosotros seguimos siendo seres humanos, como él que tiene 50 años de este trabajo hermoso de construir sobre la roca sólida que es Jesús, 25 años de ministerio episcopal es la plenitud del sacramento del Orden. Qué hermoso. No tenemos palabras para describirlo, esto solamente uno lo puede profundizar en la intimidad con el Señor en la oración. Ustedes lo tienen que hacer cuando meditan, cuando oran pensando quién es el sacerdote, qué significa el sacerdote para mi vida como discípulo de Jesús, cuánto lo necesito a ese sacerdote, cuánto lo necesito santo, no mediocre, santo como Cristo es santo. Y nosotros necesitamos imperiosamente la ayuda de ustedes, como necesitamos la ayuda de la gracia para poder ser santos”, afirmó Mons. Urbanc en parte de su extensa y profunda reflexión.

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