Es por eso que durante los últimos años, se buscó mejorar los sistemas productivos de la zona y la calidad de los productos, sumado a la decisión de agregar valor a la producción primaria. Estas mejoras tuvieron como base la organización social que se plasmó en la formación de grupos con capacidad para planificar y diseñar estrategias productivas, tomando un rol protagónico en la protección de sus intereses y la autogestión de sus necesidades.
Las capacitaciones en lo organizacional y productivo brindadas por organismos estatales, como el INTA, fueron otro punto importante en este proceso. Esto generó, a su vez, una valorización de los propios productores y artesanos con respecto a los productos típicos y a las tradiciones del territorio.
Esta segunda fiesta se caracterizará por la exhibición, cambalacho y venta de productos típicos locales como papa andina, pelones, rosquetes, zapallo, angolas, choclo, durazno criollo y dulces. Carnes de llama, cabrito y cordero, charquí, chacinados y salazones. Remedios de la puna, artesanías en general, comidas criollas y espectáculos folclóricos.