“Me encantan Salvador Dalí y Pablo Picasso. Prefiero las obras no convencionales y que tienen libre interpretación”, marca la cancha ante el diario Muy, que lo entrevistó.
Pocho empezó a pintar el 29 de noviembre pasado, el mismo día de su cumpleaños, y para saldar “una asignatura pendiente”. Desde aquel entonces ya lleva pintados más de 30 cuadros y no piensa parar, es que la actividad “es un éxtasis total”.
“Cuando pinto me olvido de todo y me encierro en mi mundo. Se pueden estar ‘cagando a palos’ al lado mío y no me doy cuenta. Si hubiera conocido antes la pintura no me habría drogado jamás”, confiesa.
Es que Pocho no quiere que lo tomen como un improvisado. “Lo que hago es de corazón, tiene un motivo y hay un significado detrás. No quiero hacer cualquier pelotudez y que digan ‘que me la doy de pintor”.
Fuente: minutouno.com.ar