El incidente habría sido la contuinuidad de otros, aunque silenciados por la madre del niño, de 10 años.
Sin embargo, salió a la luz al arribar a la casa una comisión de la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf).
Los profesionales dialogaron con varios hermanitos y éstos deslizaron que uno pesentaba surcos rojos en la espalda.
En minutos, la Dinaf estableció que el pequeño había sido apaleado.
Denuncia
Sobrevino la denuncia y detención del padrastro, cuyo futuro está en manos de la jueza Lucrecia Martínez Llanos y la fiscal Aída Farrán Serlé.
Desde una visión global familiar, las funcionarias deben establecer si el individuo puede seguir, o no, en el hogar.
Y la resolución, se sabe, va más allá de que el delito enrostrado sea excarcelable, interpretaron.
Preocupa que un niño de 10 años sea obligado a trabajar en los hornos de carbón.
También que la madre no haya frenado la violencia de su marido.
Así lo señalaron los vecinos, añadiendo que con frecuencia suelen emborracharse juntos.
La resolución también alcanzaría a la mujer.
Fuente. elliberal.com.ar