La pobreza determina que las personas sean propensas a padecer enfermedades infecciosas debido a los hábitos de vida que, en algunos casos, registran falta de higiene, de agua limpia y de saneamiento apropiado, sumado a que en vecindarios superpoblados los gérmenes se diseminan rápidamente.
Horacio López, profesor de Infectología de la Facultad de Medicina de la UBA y de la Universidad Favaloro, explicó que "la desnutrición debilita las defensas del organismo y disminuye su resistencia a las infecciones". ( Télam)