Los socorristas y bomberos de esa localidad de 1.200 habitantes procuraban liberar a unos 40 niños de entre 3 y 6 años que permanecían aun atrapados luego que el techo del jardín de infantes se derrumbó por el terremoto de 5,4 grados en la escala de Ritcher que sacudió el sureste de Italia, a las 7.30 hora argentina.
Los socorristas, que en un principio estimaron que la mayor parte de los niños habían muerto, dijeron que se escuchaban quejidos y que muchos están aun con vida ya que responden a los llamados, debido a que el piso de madera formó al derrumbarse una especie de cúpula que los protege. (Télam-SNI)