Tècnicos de Vialidad Nacional estimaron que el 60 por ciento del trazado quedó inutilizado, con la destrucción del asfalto y alcantarillas.
Según se indicó, el avance del barro fue consecuencia, en gran medida, de los incendios que afectaron más de 5000 hectáreas en la zona en el 2003, destruyendo las barreras naturales de contención en este tipo de fenómenos naturales.