Por su parte, el portavoz militar Jayanath Jayaweera afirmó que "los trabajos de rescate son difíciles porque hay peligro de nuevos desprendimientos y la zona es de muy difícil acceso".
El tiempo seguía siendo malo este jueves y llovía con fuerza.
Muchas de las viviendas quedaron sepultadas bajo varios metros de tierra y lodo.
Allí vivían sobre todo los trabajadores de una plantación de té cercana.
El presidente del país, Mahinda Rajapaksa, visitó a los sobrevivientes y prometió indemnizaciones.
Según la Cruz Roja, unas 100 personas fueron acogidas en dos escuelas, que se habilitaron como refugios de emergencia.
Además, la organización atendió a 120 heridos.
En la búsqueda de los desaparecidos participan unos 500 soldados, a los que se añaden policías y civiles, que trabajan con picos y palas con ayuda de excavadoras y bulldozers.
En tanto, los meteorólogos pronostican mal tiempo para los próximos días.
Fuente: Télam