La estudiante de 16 años fue parte del equipo del proyecto "Si no se cuenta, no cuenta", que incluyó un análisis teórico sobre la temática, encuestas y entrevistas a vecinos de la ciudad y un video testimonial.
"Mi mamá protagonizó el video, porque ahora ella ya salió de todo eso. Está bien y queremos que las mujeres se animen a hablar cuando sufren violencia", reflexionó la adolescente.
De las encuestas, que realizaron entre jóvenes de entre 13 y 18 años, concluyeron que el 50% habían sido víctima de maltrato psicológico y físico por parte de su pareja y que el 33% había sido controlado en el uso del celular o criticado por su aspecto físico.
"Los hijos suelen copiar el comportamiento de los padres: si el padre insulta y maltrata a la madre, el hijo tiende a generar violencia, pues ésta se manifiesta como un ejemplo"
"En mi familia también hubo problemas", relató Matías Beherán, joven de 17 años que también trabajó en el proyecto, porque además de su experiencia personal "tuvimos un caso de violencia en el noviazgo dentro del colegio y hablamos con la chica y con su familia para colaborar".
Gisela Sánchez, con sus 17 años también vivió situaciones de violencia: "Mi papá era violento. Mi mamá se separó, tuvimos apoyo de la familia, de la Comisaría de la Mujer. Este proyecto me ayudó a hablar".
Para ella "hay gente que oculta la violencia que sufre por miedo o vergüenza, por eso insistimos en la necesidad de contarlo, de buscar ayuda".
Los chicos ahora tienen planeado realizar un mural alusivo, en un proceso "de aprendizaje constante, porque es hermoso ver cómo se involucraron", valoró María Cecilia González, la preceptora del colegio, que es la tutora del trabajo.
Las y los alumnos que asisten a la escuela "estuvieron fuera del sistema educativo, fueron atravesados por la violencia de género y ahora están reingresados y generando conciencia", añadió.
La escuela es parte de los Centros de Escolarización de Adolescentes y Jóvenes (CESAJ) y la iniciativa de los alumnos se presentó ante 4.000 expositores y visitantes en una feria de la Región Educativa XV que abarca las localidades de Carlos Casares, 9 de Julio, Chivilcoy, Alberti y Henderson.
Entre las conclusiones aportadas por el equipo adolescente, destacaron que "los hijos, en muchas ocasiones, copian el comportamiento de los padres. En un lugar donde el padre insulta y maltrata a la madre, el hijo tiende a generar violencia, pues ésta se manifiesta como un ejemplo, aunque sea totalmente negativo".
Ante esta realidad plantearon que "es necesario generar un proyecto de promoción y difusión para que los hijos tengan comunicación con los padres, que tengan libertad de plantear sus inquietudes y decidir sus acciones".
También incluyeron lugares de referencia para que las personas se asesoren, como la línea telefónica gratuita nacional 144.
"Algo chiquito, pensado para incentivar la participación, cada vez está creciendo más", señaló la preceptora.
Los protagonistas son jóvenes con experiencia y voz propia para ayudar a pensar cómo prevenir el maltrato que hay que poner en palabras.
Fuente: Télam
