Varios alumnos mencionaron la lista, supuestamente con 25 nombres de profesores y alumnos que habían sido señalados como blanco por el agresor.
Si bien el objetivo del ataque habría sido la profesora de lengua, la víctima mortal terminó siendo el joven profesor de Ciencias Sociales que se interpuso en su camino, y que llevaba apenas dos semanas en el colegio haciendo una sustitución.
Fuentes cercanas al caso afirmaron que en el pupitre del chico hay "simbología nazi" y señalaron que la ballesta utilizada era casi profesional, con alguna modificación, y que el proyectil utilizado serían bolígrafos o lápices.
Mientras algunos estudiantes sostienen que el agresor era "un chico muy normal y sociable", otros aseguran que "era raro, y no tenía muchos amigos". Uno que afirmó conocerlo aseguró que "tenía una colección de armas en casa", y otro que quería "unirse al Ejército".
Después de ser evacuados, los alumnos se concentraron en las puertas del Instituto Fuster, en la plaza de Ferrán Reyes, donde algunos se encontraron con sus padres, que acudieron en shock y preocupados.
"Estaba en el aula de al lado, entró una chica y dijo que nos quedemos aquí, que había un chico con un cuchillo y un arma. Tenía mucho miedo", relató a Télam otra estudiante, de nombre Mari y de origen colombiano.
Javier Delgado, padre de una alumna, se encontraba aún consternado y no dejaba de mirar hacia la puerta del colegio. "No te puedes creer que pueda suceder algo así", manifestó, mientras mantenía abrazada a su hija, de 13 años.
"Yo estaba aquí cerca y me enteré porque me llamaron directamente del colegio para que venga a buscar a mi hija. Si bien sabía que ella estaba bien, no podía salir del asombro, y estaba bastante afectado", explicó.
Fuente: Télam