El tema se da en vista de un dilema ético que por estos días divide a científicos y empresarios del sector químico.
Desde los años 1996 a 2001, diversas empresas químicas experimentaron con personas para determinar qué dosis mínimas de pesticidas son necesarias para disparar una respuesta metabólica oincluso para provocar enfermedades en seres humanos. (Télam-SNI)