Anualmente viajan a Cushamen para donarles ropa, alimentos y útiles, y durante una semana permanecen allí para colaborar con ellos en el pintado y la refacción de su escuela, y para enseñarles a cultivar hortalizas, algo a lo que los varones mapuches se resisten porque es visto como "cosas de mujeres".
Se trata de un grupo de alumnos de séptimo grado a tercer año del Polimodal, que asisten al Instituto Modelo Martín Rivadavia -el único colegio de enseñanza privada de esta ciudad que está asociado a la UNESCO- donde funciona un Taller de Solidaridad. (Télam)