La maniobra estaría alcanzada por el Régimen Penal Cambiario que en su inciso b refiere a la operatoria de “cambio sin estar autorizado a tal efecto”. La sanción puede llegar hasta 8 años de prisión.
El procedimiento de la AFIP se desarrolló con un trabajo previo de inteligencia en el que varios agentes fiscales encubiertos recorrieron las calles céntricas para identificar a los “arbolitos” y actualizar así un mapa de la “zona caliente”, en la que se ofrece el cambio ilegal.
Así se determinó que estas personas trabajan en una especie de cruz cuyo epicentro es la intersección de las calles Lavalle y Florida, lugar donde se da su mayor concentración porque es desde donde buscan identificar principalmente a turistas. Una vez individualizados, los siguen y se hacen visibles ofreciendo “a viva voz” el cambio de billetes.
Los inspectores de la AFIP identificados como tales y con la asistencia de la fuerza pública, siguieron al “arbolito” y presenciaron el momento exacto en que realizaba su oferta a un transeúnte. Acto seguido, fue interceptado por los agentes.
Al ser consultado, el “arbolito” negó la actividad, pero la Policía le exigió vaciar sus bolsillos y quedó al descubierto una importante cantidad de dólares, euros y reales; además de una planilla en la que llevaba el control de las operaciones realizadas.
En consecuencia, los agentes lo indagaron acerca de su situación laboral e impositiva, a fin de dilucidar su capacidad patrimonial. Al no obtenerse datos satisfactorios y haberse comprobado una infracción cambiaria, los efectivos de la Policía Federal labraron el acta correspondiente y lo llevaron a la Comisaría N° 1 para la averiguación de sus antecedentes.
El operativo suscitó curiosidad en una gran cantidad de público que circulaba por la zona, por tratarse de una hora pico.