"La capacidad de estos autores jóvenes de diseccionar la vida argentina de los últimos años, con una mirada muy certera y un muy buen uso de la lengua, algo poco habitual en el género, es característico de su literatura: si quieres entender las últimas décadas de ese país hay un montón de novelas negras que te lo cuentan", asevera el además dibujante español.
De la Calle se refiere a Tatiana Goransky, Marí­a Inés Krimer, Pablo de Santis, Marcelo Luján, Daniel Mordzinski y Matí­as Néspolo, que del 10 al 19 de julio participarán del encuentro más emblemático de la novela policial en español, el cual tendrá a la violencia contra la mujer entre sus temas principales, a partir de charlas, murales colectivos y lecturas públicas.
"Cualquier tema de la historia reciente argentina que quieras conocer lo encuentras desarrollado en su género negro, nada mejor que la novela '77' de Guillermo Saccomanno para saber qué pasó ese año o 'El oro de berlín', de Yaco, que narra una historia concreta del partido comunista en los años del proceso en Berlín, pero que te cuenta Latinoamérica", grafica el crítico español.
Los ejemplos se suceden: "Molfino cuenta la Argentina como nadie en policiales que circulan mucho en España -asegura De la Calle-, y la fantástica crónica de Almada, 'Chicas muertas', es finalista del premio Rodolfo Walsh al mejor libro de no ficción, creado en 1988 buscando otra 'Operación masacre', algo que se nos pone difícil en esta edición porque todos los finalistas son muy buenos".
"Si bien en español Argentina es lo mejor, Latinoamérica se está despertando de la mano de panameños, colombianos y nicaragüenses muy buenos", dice De la Calle, algunos de los cuales estarán presentes en pocas semanas en el festival, como la chilena Carmen Yañez, la uruguaya Hortensia Campanella, el colombiano Gustaovo Forero Quintero, el peruano Diego Trelles Paz o el mexicano Augusto Cruz.
El encuentro literario que este año celebrará su XVIII edición ya no se centra sólo en lo policial, tiene entre sus intereses al cómic, la novela histórica, la ciencia ficción y la poesía, dentro de la cual se invitó al argentino Salem, "poeta muy seguido en España, sólo equiparable en su convocatoria con Juan Gelman y las veladas poéticas que reunían 600 personas a la una de la madrugada".
Salem, "un escritor de novela negra en Francia que hoy es de los más importantes, tiene libros vendidísimos y protagoniza un fenómeno con seguidoras escribiéndose su nombre en el pecho, ha hecho resurgir la poesía entre los jóvenes en España de una manera increí­ble", explica De la Calle.
La presencia de Salem creció progresivamente en ese país: "De los bares madrileños a los libros más vendidos y la vidriera de las librerías", grafica sobre el escritor que cuenta con un público preferentemente femenino concentrado en los veintipico y los 60 años, al que siguen por su estilo despojado, breve y directo y una suerte de sus 'aikus' que suele publicar en redes sociales y Twitter.
"Con el español tenemos la suerte de que sus poetas son conocidos y seguidos, a diferencia de los anglosajones, que son profesores universitarios que se reúnen a leer entre ellos, tal vez tenga que ver con ese respeto que nos viene de un pasado cercano, de esa poesía social de los años 60 y 70, cosechado por figuras como las de Gelman o José Emilio Pacheco", asevera respecto a las veladas que incluyen a la nicaragüense Goiconda Belli y los españoles Alberto de Cuenca y Luis García Montero.
La diversidad propuesta por la Semana Negra incluye la visita de jueces capaces de escribir sobre casos en los que trabajaron, algunos muy mediáticos y cercanos como 'el crimen de Asunta', donde lo que se discute es quién mató al hijo; el escándalo del 'códice calixtino' que desapareció de la catedral de Santiago de Compostela; o las dificultades de ejercer como magistrada en un mundo de crimen y castigo.
Italia surgió como país invitado con la idea de desarrollar el tema Nápoles, "una ciudad que fue española hasta hace 200 años, sus calles tienen nombres españoles, y cuna de la camorra", una de las mafias más poderosas y expandidas del mundo.
Alrededor de 200 escritores, ilustradores, pintores, directores de cine y actrices como la española Cristina Higueras de más de una docena de países darán el presente, ésta última para presentar la novela "El extraño del ayer" recién salida del horno.
Todo sucede en la calle y a la vez, 15 actos cada día en tres carpas: la del Encuentro, donde se desarrollarán charlas filosóficas; A quemarropa, de donde sale el periódico homónimo contando las novedades del festival; y Biblioasturias, relacionado con las revistas y bibliotecas de Asturias que defienden y potencian la lectura.
"La Semana Negra es bien pública, la puedes tocar y además estás en medio de una fiesta de cinco de la tarde a cuatro de la madrugada durante 10 días detrás de los cuales, al final de todo, está la promoción de la lectura. Se trata de que la gente lea", concluye su organizador.
Fuente: Télam
