En total, se estima que el 30% de la carne que llega a los bandeños proviene de la faena clandestina, según lo afirmó el secretario adjunto del sindicato que nuclea a los trabajadores del sector, Rubén Cortéz.
“Esto es así desde hace tiempo, y nosotros lo podemos ver, pero se podría mejorar la situación se los controles en los comercios fuesen más efectivos”, dijo el dirigente.
En contrapartida, desde Bromatología de la comuna señalan que “no son frecuentes los secuestros de carne”, aunque afirmaron que regularmente se hacen controles de las boletas de los proveedores y el sello de la inspección veterinaria.
Por otra parte, la policía realiza casi todas las semanas actuaciones por faenamiento ilegal.
“Generalmente se dan en la zona rural cercana a la ciudad de La Banda, aunque también llega a la capital, porque hay muchos lugares donde se sabe que faenan animales sin ningún control”, aseguró el segundo del Sindicato de la Carne de la provincia.
Precisamente, Cortez dijo que, para disimular la mala calidad de los cortes que se obtienen de animales que son generalmente robados en los campos de la zona, los compradores prefieren hacerlos llegar a los consumidores como milanesas ya listas para la sartén, o bien como carne picada o convertida en amburguesas caseras.
Esto, además de provocar un perjuicio a los carnineros que trabajan dentro de la ley, representa un verdadero riesgo para las familias que consumen estos cortes sin tener la certeza de haber pasado por un control de calidad.
De todas formas, muchos se arriesgan a estas situaciones cuando aparecen ofertas a precios que resultan llamativos por que están muy lejos de los que se manejan en el mercado local.
“Es fácil saber si lo que se vende es legal o ilegal. El corte que no tiene sello no debería venderse”, dijo.
También advirtió del insuficiente control de grandes volúmenes de mercadería procedente de provincias ganaderas como Santa Fe y Córdoba.
“En esos casos, ingresan al territorio de Santiago del Estero en camiones frigoríficos, pero en esta provincia no tienen ningún control porque supuestamente ya están autorizados en el lugar de origen, pero eso no nos consta. También deberían ser controlados cuando ingresan a Santiago”, reclamó.
Fuente: elliberal.com.ar