La ceremonia estuvo macada por la alegría y la emoción por el regreso a la parroquia del Padre Ibáñez, quien vuelve a esa comunidad parroquial, a la que ya sirvió con su ministerio sacerdotal durante 13 años (1986 a 1999).
En el inicio de la ceremonia, se dio lectura al Decreto por el que el Obispo designa al nuevo párroco por un período de seis años, sucediendo de esta manera al Pbro. Héctor Salas.
En la homilía, Mons. Urbanc agradeció el trabajo pastoral del Padre Héctor Salas “a lo largo de estos años. Y muchas gracias al Padre Carlos que asume esta tarea pastoral que a él mismo lo motiva en su ministerio”, expresó, agregando que “no me cabe la menor duda que va a brindar un hermoso servicio de apoyo y acompañamiento a este sector de nuestra ciudad”.
Siguiendo el ritual previsto para la ocasión, el Pastor Diocesano entregó al flamante párroco el Libro de la Palabra de Dios, los óleos sagrados, las especies de pan y vino y la llave del Sagrario.
Por su parte, el P. Ibáñez renovó su juramento sacerdotal, la adhesión a la fe de la Iglesia y su obediencia al Obispo y sus sucesores.