Durante la homilía, el Señor Obispo recalcó la importancia de la figura del párroco como padre y pastor de la comunidad, exhortando a cuidarlo, respetarlo y acompañarlo en todo momento, porque “es Cristo Buen Pastor que sigue conduciendo a esta parroquia con un sacerdote”.
Asimismo, agradeció la labor del Pbro. López Márquez y destacó la aceptación de la nueva tarea encomendada al Pbro. Cabrera, actual Vicario Episcopal para la Educación.
En el transcurso de la celebración, el nuevo párroco renovó sus votos sacerdotales y recibió de parte de las manos del Obispo el Libro de la Palabra de Dios, los óleos sagrados, el copón y la patena, y por último las llaves del Sagrario.
Antes de la bendición final, representantes de las instituciones de la parroquia dedicaron palabras de despedida al ex párroco, agradeciendo los cuatro años de tareas compartidas y los logros alcanzados, especialmente el arreglo del templo y la gestión de la construcción de la tan anhelada casa parroquial.
Por su parte, el Pbro. Eduardo López Márquez se dirigió a la feligresía informando de los ingresos y deudas correspondientes a la construcción de la casa parroquial, pidió disculpas por cualquier ofensa que haya cometido y agradeció a todos los fieles de la parroquia de San Nicolás de Bari.
El flamante párroco destacó que su tarea pastoral será una continuidad de lo trabajado hasta el momento, con la apertura a todos los que quieran integrarse. También agradeció el acompañamiento de su familia, de la delegación de Alijilán, de sus amigos y especialmente de sus hermanos sacerdotes.
Después de la misa, se realizó un brindis en instalaciones de la parroquia para dar una afectuosa bienvenida al nuevo pastor de esa porción de la Iglesia de Catamarca.