En ese marco, el funcionario destacó que los más jóvenes son los que mayor conciencia tienen, mientras que el mayor porcentaje de infractores está en la franja que va de los 29 a los 34 años.
"Esto demuestra que la cultura de la prevención vial va generándose de a poco, y de abajo hacia arriba, de los sectores más jóvenes hacia los mayores", explicó.
Gil dijo que Mendoza tiene "un plan de trabajo que desarrollamos con la gente de 'Diversión Nocturna', donde nosotros les damos información permanente sobre cuáles son los locales habilitados y las fiestas especiales permitidas, y ubicamos puestos de control de alcoholemia aledaños a esos lugares".
"Fundamentalmente trabajamos en los egresos de los boliches", relató, ya que a partir de estudios previos realizados en los ingresos "comprobamos que hay un mínimo porcentaje que llegan conduciendo con algún grado de intoxicación, pero en realidad es ínfimo, que no genera un peligro mayor que el que puede haber cualquier día a las 3 de la tarde".
"El problema lo tenemos al retorno" del boliche, sostuvo, y agregó que mientras "los más jóvenes son los que más conciencia demuestran a la hora de los controles viales", son los mayores de 40 años "los que más se enojan (cuando son sometidos al test) porque sienten que 'si yo tomo no le hago mal a nadie, el problema son los pibes que toman'".
Según explicó, Mendoza tiene un plan de trabajo permanente "que cubre todo el verano", y que la cantidad de personal afectado depende de cada fin de semana, "porque está estipulado cuáles son los fines de semana del mes que tienen más afluencia, porque en no todos se llenan los boliches".
Por su parte, desde la municipalidad de Córdoba afirmaron que el control de consumo de alcohol en los boliches es "permanente", que para los menores de 18 años la prohibición de venta "es absoluta" y en caso de infracción, "se procede al desalojo y cierre del negocio".
El jefe de Fiscalización de Espectáculos Públicos de la Municipalidad de Córdoba, José María Fernández, sostuvo en diálogo con Télam que la venta de bebidas alcohólicas en almacenes y maxiquioscos sólo se permite hasta las 0, y que está "absolutamente prohibido" el comercio y consumo de alcohol en la vía pública.
Fernández precisó que los mayores problemas se presentan cuando se trata de fiestas de menores en lugares privados, no habilitados para tal fin, que se convocan a través de las redes sociales.
En este tipo de reuniones el grado de alcoholización de los chicos es alto -precisó el funcionario-, y los inspectores actúan acompañados de la policía, que los demora hasta que son retirados por sus padres.
La reacción de los chicos demorados "es tranquila", pero el problema muchas veces se plantea con los padres que deben acudir al rescate de sus hijos en horas de la madrugada, "sin valorar que lo que se hace desde la repartición es para proteger a los chicos y no para molestar a sus padres", lamentó el funcionario.
En Bariloche, cuna del turismo estudiantil, los episodios de descontrol con menores alcoholizados fueron corrigiéndose en los últimos diez años a fuerza de legislación y controles estatales, campañas de prevención y, sobre todo, la concientización de parte de las empresas sobre proteger el negocio y la industria previniendo desvíos.
"En la época del turismo estudiantil los controles son permanentes y severos, y hay mucha ayuda de los propios hoteleros y las empresas del sector que son conscientes de que el excesivo consumo de alcohol en los chicos les provoca problemas graves", aseguró a Télam la subsecretaria de Turismo local, Silvina Bonafoux.
"En los últimos años no se registraron inconvenientes entre los estudiantes derivados del consumo de alcohol", precisó la funcionaria, quien explicó que por año se labran alrededor de 2.200 actas de infracción.
Bonafoux agregó que gracias a las acciones desarrolladas para prevenir el consumo de alcohol se logró "que Bariloche sea una ciudad segura, en la que los chicos están cuidados", concluyó.
Producción: Corresponsalías de Mendoza, Río Negro y Córdoba.
Fuente: Télam
