Seún detallaron algunos damnificados, el problema comienza aproximadamente a las 11:00 de la mañana y por las tardes, desde las 18:00 horas.
Esos horarios son, aparentemente, donde se hace mayor uso del suministro eléctrico obligando a algunos comercios a cerrar sus puertas o suspender sus servicios para salvar su equipamiento.
La situación es así en cualquier comercio que utiliza el servicio eléctrico, como las carnicerías, la oficina de la obra social OSEP y hasta la misma terminal de ómnibus donde las computadoras se apagan por la falta de tensión.
La misma situación sufren todos los usuarios, cansados ya de estas condiciones precarias de un servicio, que a la hora de cobrarlo, se factura como si fuese de primera.
Si bien en Santa María, el encargado de la Empresa y sus empleados tratan de bridar soluciones rápidas, la realidad muestra que desde la provincia, EDECAT es un mero ente recolector, sin inversiones ni preocupaciones por el interior y con un accionar nulo por parte del ENRE, que es quien debería amparar a los usuarios.